Si
en medio de una función en el cine , te gusta voltear la cabeza
hacia atrás en la oscuridad para observar el rostro de los espectadores, si te
gusta descubrir en la gran pantalla esos pequeños detalles que pasan inadvertidos ante los ojos de
los demás, si también gustas, y hasta sientes placer
al hundir tu mano en un saco de legumbres,
o partir el caramelo quemado de la crema catalana con una cucharilla y
hacer revotar las piedras en el canal de San Martín, no tienes que presionar
el botón “Me Gusta” y mucho menos el
comando “Compartir”.Si acaso no
eres Amelie
Poulin y en cambio compartes algunos de sus gustos, pues te invito a salir a la calle a disfrutar tal y como el personaje de Audrey Tautou siempre lo hace , pero por favor dejar el dichoso celular en casa. No creo que a alguien le
interese ver como hundes tus dedos en un saco de garbanzos en
el mercadillo de la
esquina, recuerda que hacer selfie en medio de una función de cine es
sumamente
contraproducente, no te arriesgues a
perder el celular en el fondo del canal de San Martín ,o en el charco que hayas
elegido cuando no se vive en París, además recuerda que se necesitan dos manos para romper el caramelo quemado de la crema catalana.
Que manía moderna
más impersonal la de mostrar en publico a cada minuto, casi de forma nudista, que es lo que hacemos y que nos gusta !..No sería más interesante ser una cajita de
sorpresa, un acertijo,un misterio, una
clave de números o letras?…
A mi
personalmente, me encanta cuando
alguien que piensa que me conoce bien, me viene con la frase inicial de …-Mira
tu, no sabía que te gustaba eso….
Por otro lado,
pienso que el mundo esta mucho más "jodido", desde que nos empeñamos en arreglarlo
todo sin hacer absolutamente nada, que es el equivalente a presionar me gusta y comparte.Nos vamos a la cama
orgullosos de nosotros mismos pues estamos ganando las batallas a base de clicks, estamos
salvando la fauna , la flora, eliminando el hambre, estamos venciendo a las enfermedades, estamos derrumbado dictadores, estamos acabando con el racismo , la intolerancia, y
hasta con las catástrofes naturales y el cambio climático, muchas personas hasta se sienten bendecidas por el dios virtual del click omnipotente.Todo esto me parece perfecto para alimentar el ego, la pereza y hasta a la
ignorancia, pero el mundo sigue cada vez más jodido y algo de culpa tiene el click.
El
otro día, vi una entrevista que le hicieron a un pichón de filósofo
homeopático emergente, de esos que venden libros de autoayuda, que
cuando llegas al capítulo final te dejan más desamparado y deslucido de lo que estabas al principio..... y le escuché decir la siguiente frase: -Luchar en contra de lo feo en las redes sociales,es mas digno que quedarse cruzados de brazos ante las injusticias-
Apagué el televisor, me senté frente al pc , me cruce de brazos y sin pizca de trabajo logré ejecutar el comando " Me gusta"
un montón de veces . Compartí un montón de
denuncias sociales, y con mis brazos cruzados hasta logré dar mi libre
opinión en un chat político importante.Al final creo que no cambié nada,
pues todo sigue igual de feo o peor que antes , pero aprendí que existe un sorprendente
paralelismo de tipo astral entre andar por la vida con los brazos cruzados, y las funciones de las redes sociales para salvar las causas perdidas.
Amelie Poulin,
que es una romántica libre de las nuevas tecnologías y no había
encontrado aún el amor de su vida,
se sentaba por las noches en el
tejado de su edifico, y mientras
contemplaba el techo de París , le gustaba imaginar la cifra exacta de personas que estaban disfrutando en ese preciso momento de un orgasmo.
-Orgasmos, querida
Amelie?..-No, no son orgasmos, son clicks!-
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