Querido diario, nací y viví parte de mi vida bajo la ruinosa y bulliciosa carpa de un pequeño circo. Gran parte de mi existencia rodeada de payasos, domadores, acróbatas y magos. Muchos pensarán que mi experiencia ha sido genial, también lo pensaba yo. Pero el circo del que te hablo, no es ese el que tu conoces , no es un circo normal y corriente .
"Mi circo", como le llamaba antes, esta lleno de magos incompetentes con chisteras que no esconden liebres ni palomas , solo ratas. Leones sin melenas que mueven su cola al ritmo de la desafinada flauta . Domadores entrenando serpientes que tienen que saltar por aros de fuegos , las que no lo logran se convierten en látigos . Acróbatas que se oponen al arte de aflojar las cuerdas. Contorsionistas que no osan desafiar su dotada flexibilidad para mantener siempre dos posturas. Malabaristas que voltean ideas sin pizca de elegancia. El tragafuegos se come su propia candela , mientras la señora rusa del tarot muestra siempre 8 cartas vacías y dos barajas de naipes bajo la manga , la del juicio final y la de la muerte.Un coro de enanos vestidos de rojo galopando encima de un desnutrido elefante. Bufones en zancos con cojeras, siempre desde arriba observando lo que pasa mas allá de los hombros de cada espectador. Cada noche ilegales apuestas predestinan el día final de las desgastadas sogas del trapecio. Deprimentes payasos vestidos de negro y un disgustado publico vestido de blanco.
Querido diario, quisiera escribir mas pero se ha echo un poco tarde ,quizás mañana continué , pues no todo es incompetencia en mi circo, debo de ser justa y mencionar al único personaje que se luce con su insuperable talento, el gran ilusionista , el que todo lo desaparece, el que todo lo convierte en polvo ante la mirada atónita de su publico y mis ojos.
